INCLUSIÓN DE LA MUJER EN LA SOCIEDAD
“los derechos humanos son, sin duda, una cuestión presente en la discusión social, política, jurídica y ética. Su papel y su significado es objeto de análisis teórico, si bien su dimensión práctica, en el terreno de la acción, resulta esencial.”
Rafael de Asís Roig.
En el presente informe se da a conocer el proceso desarrollado en Latinoamérica en cuanto a la formulación y aplicación de políticas públicas que contribuyan a la construcción y desarrollo de nuevas estrategias que abran campo para que en la región sea una realidad la equidad de género. Para llevar a cabo este proceso, entendido desde el punto de vista del papel cumplido por los gobiernos en la creación y aplicación de proyectos que aportan para que sea realidad esta perspectiva de la equidad de género, es necesario tener en cuenta diversos aspectos que influyen en gran medida en el desarrollo de este tema.
Entre estos aspectos se tienen: el histórico, el sociológico, el demográfico y obviamente el papel cumplido por cada uno de los gobiernos de cada país. Es claro que la situación y condiciones de cada país varia considerablemente en cada uno de estos aspectos. Aunque la participación de las mujeres ha aumentado y se evidencia una mejor disposición por parte de las autoridades, este proceso se ve afectado por varios factores como: las leyes y el sistema penal de cada uno de los países, la falta de reconocimiento por parte de las diversas entidades del estado y la formulación y aplicación de políticas públicas, que contribuyen al desarrollo de capacidades y oportunidades de la mujer en la región.
Es evidente que se han dado algunos logros significativos en la implementación de políticas públicas para lograr la equidad de género , uno de estos logros introducidos en algunos países de América latina es el sistema o ley de cuotas , un mecanismo autorizado para favorecer e incentivar la participación de la mujer en el campo político; pero la implementación de este mecanismo y su eficiencia se debe analizar teniendo en cuenta el tipo de listas electorales vigentes en cada país , mediante el desarrollo del tema se aplicara la información anteriormente expuesta.
ASPECTOS HISTÓRICOS
El caso de América latina debe ser analizado minuciosamente por la gran cantidad de contrastes que presenta esta región. Mucho antes de la llegada de los españoles al territorio americano existía ya una serie de codificaciones en algunas culturas prehispánicas, en donde los deberes y derechos de las personas se establecían dependiendo del sexo, es decir, las penas impuestas por los diferentes delitos establecidos en la época ya fuera contra una persona o toda la comunidad se sancionaban mas drásticamente contra las mujeres. Un ejemplo claro se evidencia en la pena impuesta por adulterio, en la cual a las mujeres que se sorprendían en este acto, se procedía con su ejecución inmediata, mientras que al hombre que hiciera lo mismo se procedía a desterrarlo de la comunidad. Con actos como el anteriormente expuesto, se evidencia la necesidad de imposición del hombre sobre la mujer y esto se explica de una manera muy sencilla, pues el hombre era el que dirigía el sistema jurídico en aquella época y no solo esto , también la aplicaban.
Para el siglo XVI, con la llegada de los españoles al territorio americano y su posterior dominio sobre todas las culturas allí establecidas, se presenta un choque cultural explosivo, respaldado por la fuerza y el terror, infundidos a los aborígenes por parte de los europeos recién llegados, y claro ahí en el centro, en la diana, aparecía la mujer como objeto de diversión y dispersión entre los españoles, sedientos de oro, tierras por conquistar y la satisfacción de sus deseos sexuales. Dadas estas circunstancias, saltan a la vista varios interrogantes ¿a qué condición se ve relevada la mujer en este conflicto y choque de culturas? ¿Qué concepción tenían los españoles del hombre y la mujer? Es necesario analizar la posición de los españoles frete a los aborígenes, pues entre ellos se discutía, inclusive el tema se llevo hasta Europa; haciendo planteamientos tales como “los aborígenes no tenían alma, por lo tanto pueden ser tratados de cualquier forma” a este factor se suma la cultura europea importada al nuevo continente, en la cual la mujer aun no jugaba un papel trascendental en la vida social y se veía sometida al servicio del hombre.
Durante la colonia, las condiciones de vida de la mujer en esta región, no cambiaron mucho, seguían sometidas y subyugadas al hombre. En el proceso se independencia, en la región empiezan a aparecer mujeres destacadas, mostrando grandes dotes de inteligencia y sagacidad que contribuyeron en gran medida para que este proceso se llevara a cabo exitosamente. En algunos lugares de la región, especialmente las zonas que cubrían las capitales de cada provincia se empezaba a hablar de los derechos humanos, principalmente, la libertad. Esta fue una primera luz para el establecimiento de unas condiciones básicas de equidad entre hombres y mujeres. Todos estos acontecimientos sirvieron de antesala para la formulación de las constituciones en códigos civiles de cada una de las naciones en proceso de formación, aunque las condiciones para la mujer no eran optimas, poco a poco se fueron construyendo algunas bases de respeto y equidad sin distinción de género . Durante todo este lento periodo de formación de los nuevos estados y su posterior desarrollo, la mujer se vio reducida a unas condiciones de vida mínimas, dada su posición poco relevante en la toma de decisiones y ejecución de proyectos en la comunidad. A mediados del siglo xx, la mayoría de la región de América Latina Se vio azotada por una gran ola de guerras civiles y descomposición social. Fenómenos tales como el desplazamiento hicieron que la quedara a la deriva y a cargo de sus hijos, agregando el factor que la mayoría de estas eran campesinas y estaban acostumbradas a sus oficios y labores habituales ,teniendo como única alternativa, desplazarse a las ciudades, con unas condiciones totalmente desconocidas y sin recursos para poder subsistir.
Fue sino hasta el último tercio del siglo xx, donde la mujer lograría su emancipación y reivindicación en la sociedad, gracias a los masivos movimientos sociales que se presentaban en la época. Fue allí, donde hizo su aparición un movimiento social llamado “liberación femenina” en el cual se planteaba la total reivindicación y reconocimiento de derechos tanto del hombre como de la mujer, teniendo un factor común: “la igualdad”. Este episodio es sin duda el máximo referente en la lucha por la igualdad de género y reivindicación de la mujer en la sociedad , aunque hay que tener en cuenta que con este proceso no quedo resuelto el problema, pues a lo largo de estos años han surgido numerosos inconvenientes para que la igualdad de género sea una realidad en América Latina; inconvenientes que en la actualidad se siguen presentando y que serán tomados en el presente informe desde el punto de vista de la formulación y aplicación de políticas públicas llevadas a cabo por cada uno de los gobiernos de cada país en esta constante lucha por la equidad de género.
Se me hace preciso analizar los aspectos anteriormente mencionados, para tener una idea clara del desarrollo a lo largo de la historia en la región Latinoamérica, pues es claro que un tema como el presente, está condicionado por diversos factores como el contexto político global y por las concepciones, ideas y valores vigentes en la cultura.
AMÉRICA LATINA: UN CASO ESPECIAL
Hablar de América latina en este tema, es hablar de sus variados contrastes, que hacen parte de sus culturas; tan exóticas para unos, y para otros tan complejas y belicosas. No es sencillo dar una definición clara que abarque todo este tema, ya que cada una de las naciones presentan diferentes casos que deben ser examinados con detenimiento por poseer diferentes concepciones de la equidad de género y variados sistemas jurídicos, los cuales son esenciales como punto de partida para establecer penas y sanciones en contra de quienes abusen en cualquier forma de las mujeres.
Uno de los principales problemas a los que se ven sometida las mujeres en América latina es la violencia que se impone, especialmente por parte de sus parejas y sus mismos grupos familiares. La violencia contra la mujer se analiza desde tres aspectos que se consideran trascendentales, los cuales son: violencia física, sicológica y sexual. Para frenar los altos índices de maltrato de la mujer en cada uno de estos aspectos, los gobiernos de cada país han implementado una serie de medidas para solucionar este problema, pero estas no han sido suficientes, pues no ha existido una actitud de compromiso trascendental por parte de las autoridades y entidades gubernamentales, en la toma de decisiones en este asunto.
EL PAPEL DE LOS GOBIERNOS
Gracias a todos los acontecimientos históricos desarrollados a nivel mundial en el último tercio del siglo xx, sobre protestas sociales, entre las que estaba incluida la lucha por la reivindicación de la mujer en la sociedad, como actora principal de cada acontecimiento y veedora de sus propios derechos y capacidades para aportarle a la sociedad. Cada una de las naciones tuvo que reestructurarse en varios aspectos gracias a la transición de cada país a la democracia, además las sociedades se estaban haciendo cada vez más plurales y sofisticadas, hecho que motivo que en la región se tomaran en cuenta la opinión de varios grupos sociales para la formulación de nuevas políticas públicas que desencadenaran en hechos para el desarrollo de proyectos encaminados a reivindicar cada uno de estos grupos en la sociedad. Todas estas condiciones implican una nueva forma de hacer política, en el reconocimiento de la igualdad de cada uno de los actores sociales.
Un aspecto que cambio el rumbo en cuanto a este tema, fue el cambio de las estructuras productivas. Al respecto Virginia Guzmán se refiere de la siguiente manera: “Los cambios en las estructuras productivas, en la institucionalidad y la nueva cultura de la eficiencia y del consumo están afectando ciertamente la organización de la cotidianidad, y probablemente están aumentando la distancia entre las situaciones de vida de las mujeres.”[1]
Es innegable las grandes consecuencias que trajo consigo este cambio de las estructuras productivas, no solo en América latina sino en todo el mundo, consecuencias que en algunas ocasiones fueron positivas para ciertos grupos de mujeres que lograron trascender en el aspecto laboral, pero que para otras, produjo aun mas detrimento de sus propias vidas y las de sus familias. Aunque en medio de unas condiciones hostiles para las mujeres y la mediocre intervención de los gobiernos, se logro un avance significativo que fue poner en debate y en la agenda pública no solo las principales demandas de discriminación contra las mujeres sino también la necesidad de atenderlas efectivamente.
LAS MUJERES EN EL GOBIERNO
La elaboración y aplicación de las políticas públicas en beneficio de la mujer tiene varios inconvenientes, el principal de ellos es ¿quién elabora y ejecuta esas políticas? ¿Cuál es su eficacia? Quienes elaboran estas políticas y las ejecutan en forma de proyectos son irónicamente los hombres, pues es completamente descabellado pensar que sean los hombres y no las mujeres los participes en la reivindicación y equidad de género en la región latinoamericana. La solución a este inconveniente es verdaderamente sencilla, pues se exige mayor participación de la mujer en el gobierno para que estén al tanto de todas las formulaciones y proyectos llevados a cabo en este tema y su posterior defensa frente a los entes gubernamentales. Para ejercer esta participación en los gobiernos, algunos países de la región han adoptado la denominada ley o sistema de cuotas, destinadas a aumentar la participación de la mujer en cargos públicos.
Refiriéndose al tema Mala N. Htun dice: “La argumentación en favor de la importancia de implementar un sistema de cuotas se basa en dos temas centrales. Primero: dado que la discriminación se encuentra profundamente enraizada en las prácticas organizacionales y en las actitudes cotidianas, la aplicación gradualista de la discriminación positiva sólo conseguirá resultados a largo plazo.” [2]
Queda claro que la mejor defensora de los derechos de la mujer es ella misma. Los detractores del sistema de cuotas, argumentan que este sistema discrimina en contra de los hombres y sostiene que esto solo sirve para promover la mediocridad, pues esto equivale a que las mujeres no son capaces por sus propios medios de alcanzar sus aspiraciones en la vida pública.
AMÉRICA LATINA: PODER JUDICIAL Y LEYES
Aunque similares; los sistemas jurídicos en los diferentes países de Latinoamérica presentan considerables variaciones en sus estructuras, pues es claro que las condiciones sociológicas, demográficas e históricas varían considerablemente de un país a otro, estableciéndose así las diferencias en sus sistemas jurídicos.
La inclusión de la mujer en la sociedad desde el punto de vista del papel desempeñado por las instituciones jurídicas y judiciales en este proceso, hay que asumirlo de una forma detallada, pues este ha transcurrido lentamente a través de los años, aunque últimamente se ha logrado una gran sensibilización de los jueces y personal judicial acerca del problema, además gracias a los organismos internacionales como la ONU se ha logrado que cada país haga todo lo posible para eliminar todas las formas de discriminación contra la mujer. Aunque en algunos países de la región no de acaten estos llamados. Acerca de lo referido Mala N. Htun dice: “A la mujer le están prohibidos ciertos tipos de ocupaciones, incluyendo los trabajos nocturnos, los considerados peligrosos o de riesgo para la salud, como también levantar objetos pesados y trabajar en minas y/o en la destilación o fabricación de alcoholes (FLACSO 1995). En algunos países un violador puede ser absuelto si se casa con su víctima, considerándose la violación como un delito en contra de la moral y las buenas costumbres, no contra la persona.”[3]
En lo expuesto anteriormente se evidencia la desconsideración por parte de algunos gobiernos sobre la
CONCLUSION
Hablar de América latina es hablar de sus variados contrastes, uno de ellos es el anteriormente mencionado, el aspecto histórico. Los antecedentes que posee esta región sobre el trato que se les ha dado a las mujeres a lo largo de toda la historia, es verdaderamente inaceptable, ya que desde tiempos antiquísimos las mujeres se vieron reducidas a unas condiciones degradantes. Lo peor de todo esto, es que estas condiciones no quedaron en el pasado, ya que en algunos países de la región no se ha producido un gran avance en este aspecto, aunque en la mayoría de los países de la región se presenta una lucha constante para lograr la equidad de género.
Lograr la total inclusión de la mujer en la sociedad, exige varias condiciones, la principal es el papel de los gobiernos en la formulación y aplicación de políticas públicas encaminadas a una transformación cultural, una sensibilización de las personas, que permitan que sea una realidad, la equidad de género. Otro gran aspecto para tener en cuenta, es la participación directa de la mujer en los gobiernos, pues quien mejor para lograr la tan anhelada inclusión en la sociedad que la mujer misma. Es paradójico pensar que quienes desarrollan estos planes y ejecutan los proyectos, sean los hombres. Es por lo tanto una condición necesaria, la participación de la mujer en los gobiernos, además de tener en cuenta a la población más vulnerable (mujeres campesinas y sindicalistas) las cuales están más propensas a estas condiciones degradantes, que tanto se han mencionado.